Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Sequía, ausencia de lluvias, cancelación de programas federales de apoyo y cancelación de agua del Bravo para la agricultura son algunas de los causas que mantienen la actividad agrícola de al región al borde del colapso, alertó la Asociación de Usuarios del Distrito 050.
Y es que la crisis provocada por la falta de agua y el calor extremo que padecen los 262 agricultores que habitan en los 16 ejidos de esta frontera, además de los ubicados en ciudad Guerrero, están moletos porque la Comisión Nacional del Agua aún no autoriza el Plan de Riego para el ciclo de riego de este año que termina el 30 de septiembre, bajo el argumento de que las condiciones de almacenamiento de agua en la presa La Amistad, son críticos.
Por tal motivo, el organismo federal planea reducir la cantidad de agua del río Bravo para el riego, de 16 millones de metros cúbicos a solo 4 millones para los dos módulos de riego de la región, lo que mantiene en la zozobra a estos productores, mencionó José Manuel Silva Anguiano, responsable de la Asociación de Usuarios del Distrito de Riego 050.
Ello fue notificado durante una reunión del Comité Hidráulico, que sostuvo esta semana con el subdirector de Conagua en la cuenca del río Bravo y sede en Monterrey, Jaime Gudiño, y los representantes de los módulos 1 y 2 de Nuevo Laredo y Piedras Negras, los que integran el Distrito de Riego 050.
“La Conagua no nos ha autorizado el Plan de Riego, y lo solicitamos desde octubre del año pasado, y se nos dijo que el almacenamiento de agua en la presa La Amistad es crítico, por lo que se nos dijo que nos iban a reducir los volúmenes de agua para este año”, comentó Silva.
Sin embargo, de acuerdo a la Ley de Aguas Nacionales debe haber reservas de agua para dos años que deben abastecer las necesidades de consumo para las poblaciones que limitan con el río Bravo, razón por la que este organismo redujo el volumen de agua para la agricultura.
Y es que la presa La Amistad capta cantidades muy bajas de agua, lo que la mantiene en niveles críticos y provoca esta crisis en el campo de la región, amén de que los agostaderos, presas y arroyos ejidales se encuentran casi secos.
“Esta agua que nos da Conagua solo alcanza para uno o dos riegos, y nos obliga a esperar que llueva antes de la canícula, pero la situación es muy crítica para el sector agropecuario y no se ven apoyos gubernamentales porque todos los programas de apoyo están cerrados”, expresó tras señalar que las reglas de operación no funcionan porque no hay programas activos.
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