Tiempo de Opinar
Raúl Hernández
La sucesión por la gubernatura
-Siete de cada cien delitos no se denuncian
-No hay confianza en la justicia
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
9-julio-2025
La reforma al poder judicial valdrá un pepino, si el gobierno federal no se decide a profesionalizar y dotar de mayor armamento, tecnología y equipo a los cuerpos policiacos y, además, se castiga la corrupción en las fiscalías, para obligarlas a dar resultados positivos.
En la encuesta del INEGI del 2023 sobre víctimas y percepción sobre seguridad, se lee que en ese año en México se cometieron 31.3 millones de delitos, de los cuales 92.9 no se denunciaron. ¡Siete de cada cien delitos no se denunciaron! Y no se denunciaron porque los ciudadanos están convencidos de que sus denuncias no serán investigadas y menos castigadas. La única forma de hacer justicia es untar con dinero las manos, primero de los policías, luego del ministerio público y finalmente de los jueces. En México la justicia es un asunto de dinero y es inaccesible para los pobres, salvo casos muy virales,
En el 2024 de 2.4 millones de delitos que se denunciaron a las autoridades sólo 76 mil se judicializaron. El resto fue desechado por los cuerpos policiacos o por el ministerio público que, hay que decirlo, tiene exceso de expedientes y son muy mal pagados, lo que los orilla a la corrupción, a la cual acceden porque saben que nadie los investiga, nadie los persigue, nadie los sanciona. ¡Viva la impunidad!
El Varguitas de la película la Ley de Herodes es un personaje real, vigente, que se encuentra a lo largo y ancho de la geografía nacional y está desde hace 100 años, hace 50, hace 30, hace 20, en la actualidad. Cambian los gobiernos, cambian los colores y la corrupción nunca se acaba, ¡se multiplica como los Gremlins!
Y ya que hablamos de la justicia en México, no deja de ser curioso que la Fiscalía General de la República anunció que investigará al ex presidente Enrique Peña Nieto, luego de que una publicación periodística en Israel aseguró que una empresa le dio 25 millones de dólares, a cambio de un contrato por 32 millones de dólares, por el programa Pegasus, mediante el cual se espió a los mexicanos.
Es una acusación que en principio suena fantasiosa, porque la empresa regaló a Peña 25 millones a cambio de un contrato de 32, es decir, le quedaron 7 y de esa cantidad hay que descontar el costo de los equipos, los gastos del envío, los gastos para capacitar al personal que los manejo y un largo etcétera. El ganón fue Peña y no la empresa.
A López Obrador una investigación periodística lo acusó de haber recibido dos millones de dólares del narco, para su campaña en el 2006 y la Fiscalía no lo investigó, lo que corrobora que la justicia en México se aplica a discreción.
En otro tema, en una reciente entrevista, la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas admitió que le agrada la idea de seguir creciendo políticamente, pero se negó a hablar sobre la sucesión gubernamental del 2028 y dijo que vivimos los tiempos del gobernador Américo.
En su momento, si cuenta con el respaldo popular y de Morena, tomará una decisión, agregó.
El destape del sucesor de Américo se va a dar a fines del 2027, faltan dos años y cuatro meses, por lo menos. Está lejana la sucesión.
A Américo sus adversarios lo enfermaron desde el arranque de su sexenio y dieron por un hecho que renunciaría y sería sustituido. Una segunda versión es que el gobierno central lo retirará por ser vinculado con grupos criminales. Los opositores, y no los que están en el PAN, sino los de adentro, los de Morena, manejan ambas versiones como buenas.
Lo cierto es que Américo goza del aprecio y respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum y el mismo apoyo recibió de Andrés Manuel López Obrador. Por ahí, pues, está descartada su salida.
A tres años de la elección del 2028, se desconoce si el gobierno central decidirá al sucesor de Américo o le permitirá a este nombrar al candidato de Morena. Si se le concede está última opción, Américo puede decidirse por uno de los suyos, sin buscar un consenso con los grupos que operan al interior de su partido, lo que representaría un riesgo de perder la elección y se evaluaría previamente si conviene o no.
Obviamente no se sabe si en Tamaulipas, Morena postula a un hombre o una mujer, eso se decidirá cuando se acerque el proceso.
La carrera hacía el 2028 está retirada, lo que no significa que los que aspiran a la candidatura no se muevan. Al contrario, si quieren ser, tienen que trabajar en tres vertientes: dar resultados en la tarea que actualmente tienen asignada, buscar consensos entre los grupos políticos y trabajar en el territorio. Esto último no es definitivo, pero conocer a los operadores políticos de los principales municipios, facilita una campaña.
Carmen Lilia Canturosas, Olga Sosa, José Ramón Gómez Leal, Dámaso Anaya, Carlos Canturosas, entre otros personajes, son citados en los medios de comunicación como candidatos naturales para el 2028. Cada uno de ellos sabrá la estrategia que deben aplicar para avanzar en la carrera por la gubernatura.
Por supuesto, a los de Nuevo Laredo nos gustaría tener un gobernador que viva aquí, que haya hecho su carrera política y administrativa en está frontera, porque eso abonaría a tener un gobernador que conozca la ciudad, su gente y sus necesidades.
Obviamente, los de Matamoros piensan igual; y lo mismo piensan los de Reynosa, Tampico y Victoria. Hasta los de Jaumave.
Falta mucho para el 2028. Mientras llega el momento, ¡se vale soñar!