Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- El 80 por ciento de los inmuebles que promueve la Asociación Mexicana de Promotores de Inmuebles (AMPI), son viviendas cuyo costo va de los 500 mil a los 800 mil pesos, y de esas viviendas al menos el 70 por ciento son financiadas por el Infonavit; el restante 20 por ciento de inmuebles promocionados son comercios.
Pero si bien los costos de venta de las viviendas no ha aumentado mucho, de acuerdo al presidente de la AMPI en la ciudad, Miguel A. Ramos, se ubica entre el 4 y el 5 por ciento arriba de la inflación, aunque en algunas áreas exclusivas de la ciudad, este incremento puede ser de hasta un 10 por ciento.
Lo que más demanda tiene es la vivienda para clase media, como en las colonias Los Fresnos, Colinas del Sur y Benito Juárez, además de colonias del poniente como La Fe y Los Cántaros, por ser viviendas cuyo costo es de hasta 800 mil pesos.
En cuanto a las afectaciones, ya sean positivas o negativas de la actual fluctuación de la paridad del peso con el dólar, dijo Ramos que afecta de manera impredecible, ya que una cotización no varía en dos o tres días si el dólar sube su paridad.
En estos casos mencionó que la venta de una vivienda se tiene que hacer de acuerdo a un precio topado del dólar, independientemente si sube o si baja, “y la práctica nos da la razón, porque insisten en que sean los mismos dólares como cuando estaba más barato”, señaló.
Pero mencionó que la renta en dólares en viviendas, se mantiene más que en pesos, y dijo que la renta es el sector que maneja la AMPI con mayor crecimiento, ya que familias o personas que se habían ido a vivir o trabajar a Estados Unidos, están regresando para rentar, ya que sus viviendas las tienen rentadas a plazos de tres a cinco años.
Por ello es que las rentas aumentaron más este año que las ventas de viviendas, y los contratos que hace la AMPI con los vendedores son a seis meses, pero en la mayorías las operaciones se realizan en tres meses.
Sobre la demanda, dijo que cada año se realizan dos mil operaciones a través del Infonavit, además de otras 500 sin financiamiento, lo que implica unas 200 operaciones cada mes, cantidad similar a la que se realizó el año pasado, aunque del año 2010 al 2015, fueron años malos para este tipo de operaciones para la AMPI.