Tiempo de Opinar
Raúl Hernández
De 100 millones de votantes, votó el 12 por ciento
-Lania Batres será presidente de la SCJN
-Tania Contreras del Supremo Tribunal de Justicia
-En Nuevo Laredo votó el 13 por ciento
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
2-junio-2025
Con la tramposa elección del Poder Judicial se consumó el fin de la república y México ya es una monarquía en la que los tres poderes se concentran en la persona de la presidenta Claudia Sheinbaum. Ahora falta ver qué tipo de monarca quiere ser en una época en que el avasallante poder de Donald Trump amenaza la estabilidad del país y exige la unidad nacional.
La del domingo fue una elección cara -más de siete mil millones gastados por el INE y los organismos electorales locales- y una farsa: fue tan ridícula que el autor de su realización tuvo la desfachatez de ir a votar a una casilla instalada en Chiapas, respaldado por un acordeón, para no olvidar los nombres de los candidatos que debía seleccionar.
No es ninguna novedad que Lania Batres haya resultado la más votada entre 84 aspirantes, lo que la convierte en la próxima presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pero este es un dato irrelevante: quedase quien quedase, se consumó la muerte de la autonomía del Poder Judicial.
La separación de poderes existe sólo en teoría. En la práctica ya hemos visto que el Poder Legislativo está sometido al Ejecutivo y por eso de septiembre de 2024 a la fecha hemos visto decisiones vergonzantes como establecer que las reformas a la Constitución no puedan ser revisadas y anuladas por el Poder Judicial.
Con un poder judicial sometido, ahora el Legislativo puede aprobar leyes absurdas, como legalizar las detenciones sin un proceso legal previo, cuando el Estado lo considere necesario, por razones de seguridad nacional o argumentos fantásticos de ese calibre.
Con Lania Batres, la 4T tendrá una aliada incondicional y lo mismo pasará con el Tribunal Electoral, con los magistrados y jueces. Si alguno osa a dictar medidas que no sean del agrado del gobierno, se le podrá enjuiciar, destituir y aún encarcelar.
De una lista nominal de casi 100 millones de electores, con el 86.24 por ciento de las actas computadas, se habían contabilizado 10.4 millones de votos, equivalentes al 12.08 por ciento.
Ciertamente es una votación superior a la del 2021, con 7 por ciento, pero muy lejana del triunfalismo de la 4T que presenta a la presidenta Sheinbaum como la mejor del mundo, que ganó su elección con el 59.76 por ciento y casi 36 millones de votos.
La dupla AMLO-Sheinbaum no superó las cifras del 2024, con todo y ser uno el mejor presidente en la historia de México y la otra la mejor presidenta del mundo, según los fanáticos chairos. Esto significa que Sheinbaum es muy popular entre esos 36 millones que votaron por ella en el 2024, pero no ha ampliado esa popularidad con el resto de los otros 64 millones.
Pero claro la 4T ya está como el América: si hubiera ganado el tetracampeonato dirían que son los más fregones, pero como perdieron, se arropan en el argumento, de que siguen siendo tricampeones.
Igual está Morena: con el 12 por ciento de la votación, dicen que fracasó la oposición al no descarrilar la elección.
Para fines prácticos daba igual si votaban 70 millones o 500 mil: el objetivo era igual, ganar y destruir la autonomía del poder judicial. No había forma de perder la elección, porque los candidatos los seleccionó e impuso Morena. Y no importa que se cuele alguien contrario: lo van doblegar con amenazas.
En Tamaulipas, Tania Contreras resultó la más votada en la candidatura para magistrada del Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas y será su presidenta.
En Nuevo Laredo, el Consejo Distrital Electoral terminó de contar los votos emitidos en la elección de magistrados de la Suprema Corte de Justicia a las 21.45 horas de hoy y de una lista nominal de 348 mil 027 electores, votaron 45 mil 271, equivalentes al 13.02 por ciento.
La más votada fue Olivia Aguirre, seguida de Rebeca Aladro Echeverría, en tanto que Lania Batres fue enviada al tercer lugar, lo que no será impedimento para que sea presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Llega a ese cargo respaldada por la 4T y obviamente será su principal aliada y defensora.
Con el fin de la autonomía del poder judicial se deben cuidar los opositores y todos aquellos que actualmente enfrentan procesos judiciales controversiales, como el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, a quien por lo visto no le queda otra opción que acogerse al programa de protección de testigos, si es que no lo hizo ya.