Paisanos ‘Go Home’

Paisanos ‘Go Home’

En Voz Alta

Gastón Monge/2493

  • Aumenta el cruce de paisanos
  • Algunos ya no regresarán a EU
  • El INM instala módulos y observadores
  • Inseguridad y violencia convierten a campesinos en migrantes

Como ocurre cada año, Nuevo Laredo es el punto de cruce más importante de México para el ingreso de paisanos que en esta temporada cruzan la frontera para visitar a sus familiares, luego de varios años de intenso trabajo en Estados Unidos, como jornaleros, carpinteros, jardineros, lavaplatos, campesinos y todas esas labores que un ciudadano sajón con decenas de prejuicios mentales no haría.

A diferencia de otros años, en este año muchos de ellos ingresan a México temerosos de lo que ocurre en sus lugares de residencia, debido a las constantes redadas que las autoridades de la Patrulla Fronteriza en apoyo al ICE realizan para deportar a todo ‘sospechoso’ de ser mexicano, ya sea por su indumentaria, por su físico, por su color de piel, por su idioma o, simplemente por solo tener que deportarlos sin justificación alguna, una simple y absurda acción discriminatoria y atentatoria de los derechos humanos.

Algunos reportes indican que este invierno la cantidad de paisanos aumentará de manera significativa en comparación con años anteriores, debido en parte al creciente temor ocasionado por las redadas en contra de los mexicanos, en parte también por la falta de trabajo en Estados Unidos debido a lo mismo, y también porque muchos de los paisanos que ingresarán a México, lo hacen con la intención de no regresar a Estados Unidos.

Ya sea porque temen ser detenidos durante su retorno a Estados Unidos, o porque no desean que sus familias sean dividas en caso de una posible deportación al momento de retornar a sus lugares de residencia en el vecino país.

Se estima que en esta temporada ingresen a México por Nuevo Laredo más de100 mil paisanos, lo que sería un 5% más que el año pasado, por lo que las medidas de protección y de seguridad para ellos también aumentaron, dadas las difíciles condiciones de inseguridad en que se encuentra el país en estos momentos, debido a los asaltos en carreteras, los secuestros y los robos por parte de la delincuencia organizada, además de las extorsiones por parte de algunas autoridades desde el momento en que ingresan a Nuevo Laredo y hasta llegar a sus destinos.

Para ello el Instituto Nacional de Migración y otras 40 dependencias participan en este operativo de invierno en 256 módulos de información, y 479 observadores para orientar y defender sus derechos a lo largo de la frontera norte y algunas partes del interior.

Pero si bien los paisanos, esos hombres y mujeres, de los que dice la presidenta Claudia Sheinbaum estar orgullosa por aportar a la economía de Estados Unidos por su tenacidad y coraje de salir avante en un país que no es el suyo, también debería darle vergüenza porque esos mexicanos al igual que otros miles que se encuentran en ese país, se fueron de México porque no encontraron las condiciones para tener una vida digna para sus familias.

Se fueron porque no hay trabajo, se fueron porque hay mucha inseguridad y violencia en todo el país, se fueron porque los salarios no alcanzan para vivir, y se fueron porque muchos de ellos son campesinos que abandonaron sus tierras debido a que el gobierno de la presidenta les retiró los apoyos al campo y no quiere que se les pague un precio justo a sus productos, y ahora reformó la Ley de Aguas Nacionales para quitarles sus concesiones y sus derechos ancestrales sobre el agua.

Ella, la presidenta que dice respetar la historia ancestral de los pueblos originarios, les quita de  golpe y porrazo su derecho histórico sobre el agua y peor aún, los amenaza con cárcel en caso de continuar con sus prácticas cosmogónicas de seguir usando el agua como un bien comunal, y los obliga a dejar sus tierras, sus familias, sus costumbres y su historia para migrar a un país que los discrimina y veja, aunque en menor medida que en su propio país.

Así es, ellos, los campesinos, los marginados, los más pobres, los lumpen, los que perdieron sus empleos, a los que en sus tiempos estudiantiles Claudia Sheinbaum les llamó proletarios, algunos de ellos son ahora los paisanos que regresan a México, pero también son los mexicanos deportados y, lastimosamente son los mexicanos que huyen de un México violento y con pocas oportunidades para salir adelante.

Bien dice un dicho que quien no es parte de la historia jamás podrá hablar de ella. De seguro usted amigo lector, es amigo o pariente de algún paisano que regresa a México a visitar algún familiar, o de algún mexicano convertido en migrante.

Y por si las dudas, para no olvidar este 18 de diciembre se celebra, conmemora, recuerda, festeja o sepa qué diablos será, pero es el Día Internacional del Migrante, una fecha que poco a poco se olvida entre los mexicanos, un día en que en esta ciudad se festejaba con una caminata organizada por la Diócesis, y con una misa en el olvidado monumento al migrante.

—————————————————————-

 

Hasta mañana

gastoneligio@gmail.com

gastoneligiomonge@hotmail.com

 

 

 

editor

Related Articles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *