Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Al abordar el tema de los migrantes que desde el 13 de octubre viajan hacia la frontera norte de México, el obispo Enrique Sánchez Martínez comentó en esta ciudad se gesta una emergencia por la gran cantidad de personas que pudieran llegar aquí, toda vez que otra caravana pero de nicaragüenses, se dispone a dejar ese país con las mismas intenciones.
Ante esta nueva realidad migratoria, mencionó el religioso que para México ya debe ser considerada esta situación como una emergencia humanitaria, por lo que la misión de la Iglesia Católica es ayudarles en el momento en que lleguen a esta ciudad.
“Hicimos un comunicado en donde como Iglesia estamos apoyando a los miles de personas que vienen y pasan por algunos lugares, y estamos dispuestos y preparados para recibirlos”, explicó tras mencionar que en un mes podrían arribar a esta y a otras fronteras del norte del país.
Será la pastoral de Movilidad Humana, como parte de la Pastoral Social, la responsable de hacer frente a las necesidades que surjan cuando la caravana llegué a esta ciudad, y sus integrantes planifican ya una posible ayuda esos migrantes, pero solo en el caso de que surja una emergencia y de que su destino en México sea llegar a Nuevo Laredo.
Parte de este apoyo será el ofrecer la Casa del Migrante, cuya capacidad actual de 150 personas, sería ampliada al aprovechar el salón y colocar colchonetas en el piso, hasta unas 80 o 90 personas más.
Además, otros lugares de los que dispone la Diócesis, podrían ser utilizados para lo mismo, con los que la capacidad de apoyo será de al menos 250 personas de esta caravana, mientras que la parroquia de la Catedral funcionaría como un centro de acopio para recibir desde este momento todo tipo de ayuda de la comunidad.
Peo en el caso de que la mayor parte de la caravana no llegue a esta ciudad, la ayuda concentrada en los centros de acopio, sería canalizada los lugares en donde pueda llegar el mayor flujo de migrantes.
Según explicó el director de la Casa del Migrante, Julio López, cada kilómetro que recorrerán en México los integrantes de la Caravana estará llena de peligros, ya que estarán expuestos a robos, abusos, extorsiones, secuestro, trata de blanca y homicidios.
Un estudio elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), indica que al menos 150 mil personas ingresan cada año de forma ilegal al país a través de la frontera sur, cantidad que se suma a los miles de mexicanos que desean internarse a Estados Unidos de la misma manera y bajo las mismas condiciones de vulnerabilidad.
La quinta visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, reveló que cada año los plagios de migrantes aumenta, y que tan solo en el 2011 fue de 11 mil 333, por lo que “los migrantes en tránsito por nuestro país se encuentran en una especial situación de vulnerabilidad, al viajar en medios de transporte de alto riesgo, utilizar caminos de extravío y en general lugares solitarios, pernoctar en sitios abiertos, y desconocer las zonas por las que caminan”.
Asimismo, revela el estudio que sacerdotes católicos responsables de las casa de migrantes establecidos en la ruta migrante hacia el norte, advierten que el crimen organizado sigue empoderado, y que las tragedias en contra de los migrantes aumenta cada día, en colusión con algunas autoridades.