Vida Diaria
Rosa Elena González
Decían antes que el arte de la política era comer estiércol sin hacer gestos, que cualquiera que se mete a esa actividad debe estar consiente que si no hace bien las cosas le sacaran sus trapitos al sol, darán a conocer hasta el color de sus calzones, es decir que todos sus errores o actos indebidos saldrán a la luz tarde que temprano.
Por ello un buen político debe curtirse en fuego, tener la piel dura, sobrellevar desde halagos, que por lo general son falsos, hasta críticas que muchas veces son reales y pocas veces constructivas, el caso es que ambas cosas le sirvan para demostrar de que están hechos.
Un buen político, que por cierto hoy día están muy escasos, sabe que también de la crítica se aprende y que cuando su actuar es cuestionado en repetidas ocasiones su actitud debe cambiar, con seriedad ver que está haciendo mal para corregir, y aunque la tempestad sea dura tener templanza, no exaltarse porque está visto que el que se enoja pierde.
No hay mejor arma para contrarrestar las críticas que, como dijera la abuela, hacer de tripas corazón, hacer de tus detractores los amigos, que la verdad muchas veces resultan mejores aliados los opositores que quienes te juran amor eterno pero que no son capaces de apoyar en los momentos complicados o no tienen la fuerza intelectual o moral suficiente para bajar el nivel de ebullición.
Lo anterior viene a colación porque tal parece que lo antes mencionado no lo sabe ANDRES MANUEL LOPEZ BETRAN mejor conocido como ANDY, que ahora a la gente le demuestra que él no es su padre, al chamaco le falta mucho por aprender, y hasta exige que ya no le nombren en diminutivo.
¡Pues que delicadito!, dijeron propios y extraños luego de que escucharon una entrevista de ANDY LOPEZ BETRAN quejándose porque le dicen ANDY.
Pobre chamaco, es lo que es, un muchacho que juega a la política, un aprendiz menor que no entiende cual es el sentido y motivo de ese arte, que ni siquiera entiende que no entiende.
ANDY dice que le quieren escatimar importancia y tamaño, corrección, él es el que no ha sabido darse importancia ni tamaño, aún no aprende a caminar y ya quiere correr, que alguien le explique que no basta ser hijo de quien es sino demostrar que tiene capacidad.
Que recuerde el dicho, no solo basta ser la marquesa sino parecerlo y en los hechos demostrarlo, y si nos vamos a hechos o a ejemplos, ANDY solo está demostrando que tiene poca capacidad, la piel muy suave, que no aguanta las críticas y tampoco sabe cómo asimilarlas. Las crisis lo rebasan.
Debe recordar ANDY que la crítica es a diario, los cuestionamientos día a día, más si los políticos no son lo que aparentan y la ciudadanía tiene la certeza de que les falta mucho por aprender, o cosa peor, traen cola que les puedan pisar, asuntos oscuros, un mal comportamiento.
ANDY dijo que no quería ya que le llamaran en diminutivo y fue cuando le llovieron los comentarios burlones, caricaturas, memes, mofas y hasta chistes aparecen en las redes sociales en su honor.
Eso fue lo único que logró ANDY al exigir que ya no le llamen ANDY, una lluvia de desacreditaciones a su trabajo en el partido guinda y es que ni siquiera pudo convencer a sus nuevos afiliados, como los YUNES, para que le ayudaran a ganar más adeptos y obtener mejor cosecha de votos para la causa de su partido en Veracruz.
Hasta morenistas consideran que ANDY no superó la prueba de fuego, su primera elección fue un fracaso en estados como Durango y Veracruz y que ahora el muchacho salga a decir que todo es porque la gente le llama ANDY esta de risa. No muchacho, ese es asunto de estrategia, capacidad y saber de verdad para qué sirve la política y hasta lo que tienen que aguantar los que andan en ese juego de poder, eso es lo que debe aprender el chamaco, a no ser tan delicadito.