Juan Rodríguez
Laredo, Tx.- A nivel terreno, los agentes de la Patrulla Fronteriza se han convertido en un hermético y sólido escudo protector de la franja fronteriza del sur de Estados Unidos, pero en el frente acuático, como el río Bravo, las lanchas motorizadas especialmente equipadas, se han constituído ya en el segundo brazo armado contra los indocumentados, sus “polleros” y el cruce de todo tipo de drogas
Una última misión de estos veloces vehículos anfibios que dominan las fuertes corrientes del caudaloso Bravo, dejó como saldo la detención de 16 extranjeros, que navegaban en cámaras de llantas, con intenciones de alcanzar la orilla norteamericana, para después perderse entre los residentes comunes, aún con sus ropas mojadas.
La Unidad Marina de la mencionada corporación federal estuvo en varios sitios, principalmente en el sur y norte de Laredo, donde se registraron varios intentos de cruzar ilegalmente hacia Laredo, logrando que 69 indocumentados decidieran mejor regresar al lado mexicano, ante la presencia de los agentes de verde en todos los puntos que consideraban óptimos para su cruce.
De acuerdo a la información, los 16 hombres detectados, interceptados y sacados del río en sus intentos, incluyendo al guía, fueron llevados los separos de la Patrulla Fronteriza, para su procesamiento, sin que presentaran algún problema de salud.