By Tiempo de Opinar
Raúl Hernández
Vivimos en una república de caramelo
-Lo que digan los opositores, es descalificado
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
30-abril-2025
Más allá de con quién se simpatice en el diferendo entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el ex presidente Ernesto Zedillo, por su crítica de que la reforma al poder judicial es un retroceso a la democracia, en lo que sí tiene razón este último es en la urgencia de que el gobierno federal transparente el gasto – ¿o es inversión? – en el tren Maya, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto Felipe Ángeles.
En las tres faraónicas obras se gastó dinero a manos llenas y las tres son un fracaso económico. El tren Maya se presupuestó en 120 mil millones de pesos y ya se han gastado más de 550 mil. Al año tiene ingresos de 800 millones de pesos, pero su gasto operativo es de mil 500. Jamás se va a recuperar lo gastado.
La refinería Dos Bocas se presupuesto en 8 mil millones de dólares, ya se han gastado 19 mil y refina cantidades mínimas, muy lejos de convertir al país en autosuficiente en materia de combustibles.
A Felipe Calderón, la izquierda lo destrozó por gastar 600 millones de pesos en la construcción de lo que se pretendía que fuese una refinería en Tula, Hidalgo; en Dos Bocas, van más de 19 mil millones de dólares y sigue sin dar los resultados anunciados.
Y el Felipe Ángeles quedó convertido en un aeropuerto regional, como centenares que hay en Estados Unidos.
La izquierda siempre tiene argumentos para justificar a la 4T: si se habla de desaparecidos, los niega; si se habla de crimen organizado, no existe; el sistema de salud mexicano, es el mejor del mundo; la corrupción se acabó y así por el estilo.
Vivimos en una república de caramelo, en la que el gobierno es bueno y los malos son los ciudadanos. Todo lo que digan los opositores, es y será descalificado. No tienen derecho a decir ni pío.
En cambio, habla Donald Trump y la 4T tiembla. Solo a un loco se le ocurriría exigir disculpas, por la guerra de 1847 o el desembarco de tropas en 1914, porque si lo hacen, provocarán su enojo.
También sería sano transparentar los privilegios de que goza el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. Cuando él estuvo al frente del gobierno despojó a los ex presidentes de sus pensiones, les redujo el personal militar que los protegía, les quitó los seguros médicos y hasta quiso encarcelarlos para lo cual montó la farsa de la consulta popular que fue un fracaso.
Si la señora Sheinbaum cree que Zedillo privilegió a banqueros con el tema del Fobaproa que lo meta a la cárcel, pero sin previo linchamiento mediático. Ya estamos hartos de la narrativa de echarle la culpa al pasado. Si Morena se queda al frente del gobierno durante 100 años, seguirá insistiendo en que los problemas del país son herencia de los opositores.
Si Zedillo no es el paladín de la democracia, menos la señora Sheinbaum, que es el resultado de la imposición de AMLO, empeñado en tener una sucesora para manipularla. AMLO es el Plutarco Elías Calles del siglo XXI. El tiempo dirá si la señora Sheinbaum imita a Lázaro Cárdenas.
