La secretaria de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo este miércoles que, de las más de 8,000 personas que las autoridades migratorias han arrestado desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca el 20 de enero, se ha liberado a 461 (casi un 6%). Entre los motivos que citó durante su rueda de prensa, Leavitt citó la falta de espacio en los centros del servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés); lo poco probable, según dijo, que esas personas puedan ser deportadas en el futuro; y su estado de salud.
“Muchos [de los migrantes liberados] probablemente están impugnando su estatus migratorio”, explicó Leavitt, destacando que no se ha liberado a nadie con una orden final de deportación.
“Estamos haciendo todo lo posible para deportar y detener a los inmigrantes ilegales, pero necesitamos la ayuda del Congreso para aumentar la financiación de la Patrulla Fronteriza y para que ICE aumente la capacidad de detención”, afirmó Leavitt.

Los centros de ICE estaban al 109% de capacidad el martes, según informó NBC News. En todo el país, la agencia tiene unas 41,500 plazas. El Gobierno había dicho que planeaba utilizar la base naval en la bahía de Guantánamo, en Cuba para albergar a otros 30,000 detenidos. Este martes promocionó el primer vuelo que llevaba migrantes allí. Un alto oficial de la Casa Blanca dijo que el avión llevaba a 10 venezolanos, incluidos miembros del Tren de Aragua.
ICE prioriza a migrantes considerados una amenaza a la seguridad pública para su arresto y permite a los oficiales usar su discreción para liberar a aquellos que no tienen condenas penales graves. No hay indicios de que la Administración Trump haya dejado en libertad a nadie condenado por delito grave, según NBC News.

Cuando deciden quién debe ser detenido, los agentes de ICE tienen en cuenta también si los migrantes proceden de países que se niegan a acogerlos de vuelta. Cientos de miles de venezolanos que viven en Estados Unidos, por ejemplo, no podían hasta ahora ser deportados porque el régimen de Nicolás Maduro no los admitía de vuelta y se considera su liberación si no representan una amenaza para la seguridad pública. El sábado, Trump anunció que Venezuela aceptó acoger de vuelta a sus nacionales emigrados a EE.UU.