La informalidad. ¿Negocio o Realidad?

La informalidad. ¿Negocio o Realidad?

En Voz Alta

Gastón Monge

Imparable el ambulantaje a pesar de ser ‘ilegal’

  • Gobierno pretende ‘obligarlos´ a pagar impuestos
  • Corrupción y carestía, entre los motivos
  • Hay más de 5 mil ambulantes en N. Laredo

 

Un estudio reciente del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) reveló que en México el ambulantaje ha crecido a niveles alarmantes, al grado que el 55 por ciento del comercio en el país se ubica en la informalidad, y que cerca de 35 millones de mexicanos trabajan en la mal llamada economía subterránea, situación que cada año crece entre el uno y el tres por ciento, por lo que el gobierno morenista pretende obligarlos a pagar impuestos, y esto implicaría incluirlos en el padrón de contribuyentes cautivos del SAT.

Lo peor es que en Morena se insiste en que debido a que el ambulantaje podría considerarse como delito por evasión al fisco, y podría crear la figura jurídica de aplicar la prisión preventiva oficiosa a quienes no se inserten al padrón de contribuyentes. ¿Será posible?

Sin duda ya es considerado como un filón de oro tributario para sanear las muy saqueadas arcas financieras gubernamentales.

El argumento del gobierno, sin mucho fundamento de por medio, es que el comercio ambulante afecta al fisco al no generar impuestos, tal vez por la enorme deuda que carga y que se estima puede ser del 49% del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, de un aproximado a los 18.3 billones de pesos o 994 mil 668 millones de dólares, dinero que pretende recuperar mediante la aplicación de un sistema de tributación más agresivo.

La pretensión es obligar a pagar impuestos al taquero, al bolero, al que vende ropa usada en las calles, al comerciante ambulante, al elotero, al panadero ambulante y toda persona que tenga como alternativa para su subsistencia el comerciar todo tipo de productos en las calles.

¿Será posible que el gobierno convenza a esos 35 millones de ambulantes a pagar impuestos al fisco? La verdad, no será posible.

Por supuesto que ello implicaría una enorme erogación económica del gobierno al insertar en el padrón de contribuyentes a esos 35 millones de ambulantes que se encuentran en las calles, muchos no por su voluntad, sino por una gran necesidad de subsistir y de generar ingresos familiares inmediatos.

Lo que el gobierno no dice ni justifica es que el comercio ambulante existe porque en México no hay empleos suficientes para atender una demanda creciente que obliga a millones de mexicanos ampararse en este ramo de la economía, porque las proyecciones del gobierno para este año fallaron, porque no se creó ese millón de empleos que se dijo habría al finalizar el 2025, y solo fueron creados 350 mil.

A ello se suma una tasa de desempleo enorme motivada por la ausencia de inversión privada nacional y extranjera, por la enorme inseguridad que priva en todos los rincones del país y que obliga al cierre de comercios formales; por la insuficiencia de empleos formales, por la corrupción gubernamental, por los altos costos de la canasta básica, y por la extrema burocracia para instalar un negocio.

Pero hay ‘otro’ impuesto que sangra al comercio formal y que se traduce en el cobro de piso por parte de la delincuencia organizada, y es de comprender las razones por las que el comercio ambulante crece de manera exponencial, al ofrecer una forma de vida y un servicio inmediato a la comunidad.

La lógica del gobierno morenista es impedir que las clases marginadas suban de estatus social y se incorporen a la casi desaparecida clase media, una clase social más que aumentar tiende a disminuir por la constante pulverización del salario a través del rápido incremento en el precio de los alimentos y servicios.

Esta dinámica frena el desarrollo del país y su transición como mercado emergente, y hace que quienes integran la clase media se adhieran más al ambulantaje que a la formalidad, desafiando los supuestos gubernamentales de que con el crecimiento de la clase media crecerá la economía del país, solo que para ello el PIB deberá crecer y en México está estancado, y la economía deberá liberalizarse con una mayor integración al mercado global, lo que tampoco ocurre.

México no crece más porque no desarrolla su base industrial ni crece su consumo interno pese a ser un país en desarrollo, y se explica porque la tasa de crecimiento al terminar este año y para el próximo será de apenas el 0.5%, lo que frenará el proceso de industrialización y  motivará aún más el crecimiento de la economía informal y la inserción cada vez mayor de algunos sectores sociales al ambulantaje.

En Nuevo Laredo la Cámara de Comercio no cuenta con datos precisos del ambulantaje, pero su directiva reconoce que en un promedio de 5 mil comerciantes formales otra cantidad similar se dedica al ambulantaje en las pulgas, en los hogares, en las calles, en las empresas y en plazas públicas con una dinámica que les permite operar sin registros, sin pagar impuestos, sin horarios ni, lugares fijos, lo que de acuerdo a las autoridades, puede ser una competencia desleal al comercio formal, pero desafortunadamente poco o nada se podrá hacer mientras no haya mejores oportunidades laborales.

Por ello es que al aumento al salario mínimo del 13 por ciento será solo un espejismo al iniciar el próximo año, porque desde este momento los precios de productos de consumo necesario ya aumentaron su precio, amén del incremento en los impuestos anunciados por el gobierno a artículos que considera ‘dañinos’ para la salud.

¿A usted amigo lector le alcanza su salario para vivir decorosamente, o solo sobrevive con él?

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Hasta mañana

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editor

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