Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- En esta ciudad al menos 6 de cada 10 niños en edad escolar padece de sobrepeso, y cuatro son obesos, de acuerdo a datos presentados por la Secretaría de Salud en un estudio elaborado en las escuelas primarias el año pasado.
Moisés Portillo, subdirector del hospital materno infantil de esta ciudad, mencionó que en ese hospital existe un serio problema relacionado con la obesidad infantil, y que esta enfermedad ocupa el primer lugar en ese aspecto con poco más de 25 mil infantes en toda la ciudad.
Empero, dijo que la obesidad no es un problema congénito, sino que se debe a malos hábitos en la alimentación de los niños desde el momento de nacer, por lo que existen algunos programas que se aplican en las escuelas y que deben aplicarse en los hogares, para reducir los niveles de obesidad y de sobrepeso en los infantes, ya que ello les puede ocasionar serios problemas de salud a lo largo de sus vidas.
“Tenemos una problemática marcada, y somos número uno en obesidad, y en el área pediátrica no estamos exentos, y cada vez son más los niños con este problema, por lo que ofrecemos programas de prevención, de capacitación, de concientización y de integración del núcleo familiar”, explicó el médico.
Mencionó que en las escuelas estos programas se aplican para detectar entre los alumnos los niveles de obesidad y de sobrepeso, para integrarlos a esos programas y aplicar medidas preventivas.
Pero la obesidad no es una enfermedad de herencia sino de hábitos creados dentro del núcleo familiar, por lo que al crecer, el exceso de pesos puede afectar su sistema de locomoción y sus articulaciones, lo que a la larga afecta su calidad de vida.
Lo peor, dijo el médico, es que son fuertes candidatos para contraer la diabetes y la hipertensión, las dos principales causas de muerte en nuestra ciudad, en Tamaulipas y en el país.
En cuanto a la diabetes juvenil y su relación con la obesidad, dijo el médico que ya existe un factor preestablecido para contraer la diabetes tipo 1 al momento de nacer, y que en ese momento el páncreas resulta afectado para la producción de insulina.
“Pero la obesidad es un problema de hábitos en la alimentación, porque no podemos decir que el niño nazca con el padecimiento, porque se va adquiriendo con el tiempo”, señaló.
Por ello es que la detección temprana para poder garantizar una mejor calidad y expectativa de vida en los menores de edad, además de que recomendó a las personas que antes de concebir un hijo, acudan a una valoración médica para prevenir la enfermedad en los descendientes.